Escalar
y entrenar son en esencia lo mismo pero realmente son diferentes en cuanto al
objetivo que cada uno busca. Por ejemplo cuando entrenamos nuestro objetivo es
ejercitarnos a la mayor intensidad posible y llegar a la tensión muscular en el
menor tiempo posible, en cambio cuando escalamos en roca por ejemplo nuestro objetivo
es llegar a encadenar ese proyecto tan soñado evitando a toda costa el fallo
muscular
Otro
punto también importante que marca la diferencia entre entrenar y escalar es
que escalando una vía por ejemplo, es la roca la que te impone una gran
variedad de posiciones de agarres; lo que es poco probable que tengas que
forzar una sola posición de agarre al máximo. Esto te ayudará a comprender
porque una temporada dedicada a solo escalar mejorará nuestra fuerza
resistencia pero no contribuirá mucho a aumentar el máximo absoluto de nuestra
fuerza de agarre
También
es interesante conocer cómo funciona nuestro sistema muscular y sobre algunas
funciones implicadas en el entrenamiento de fuerza. Para empezar deberíamos aprender
que son las fibras musculares y como los diferentes tipos de estas son
reclutadas para pasar a la acción.
Las fibras musculares son un conjunto de células que
constituyen unidades contráctiles cuya función es proveer capacidad de
movimiento al musculo
Las
fibras musculares tienen forma de filamento alargado y se reúnen en grupos las
cuales se disponen de forma paralela formando laminas, cada grupo contiene
vasos sanguíneos y se encuentra recubierto por tejido conectivo formando los
fascículos musculares que se unen entre sí para dar origen al musculo.
Las
fibras musculares son capaces de contraerse acortando su longitud, este
fenómeno es lo que permite realizar el movimiento en los músculos voluntarios
que son los que conforman el sistema muscular
Existen 2 tipos de fibras
musculares:
1. Movimiento
lento (ML): estas
fibras del tipo I representan aproximadamente el 50% de la armazón muscular
total, aunque dependiendo de las configuraciones genéticas pueden variar del 20
al 80%. Se reclutan principalmente durante actividades de resistencia aeróbicas
de baja intensidad.
2. Movimiento
rápido (MR):
estas fibras se reclutan durante actividades o movimientos de intensidad
elevada y se dividen en:
2.a- Fibras del tipo IIa: se activan por
medio de procesos tanto aeróbicos como anaeróbicos y son, por tanto, resistentes
a la fatiga. Estas fibras destacan durante las actividades de intensidad alta y
de larga duración, por lo que estarán más activas al escalar vías largas y
difíciles
2.b- Fibras del
tipo IIb: presentan un tiempo de contracción más rápido y generan energía
casi completamente por medio del sistema anaeróbico. Estas fibras son
reclutadas durante los movimientos breves e intensos como por ejemplo un búlder
difícil o el paso duro de una vía.
Nuestro
porcentaje relativo de fibras musculares de movimiento rápido y lento está
determinado genéticamente y varía poco como respuesta al entrenamiento.
Los
escaladores más fuertes por naturaleza suelen estar dotados con un porcentaje
por encima del normal de fibras de movimiento rápido, mientras que los
montañeros bien dotados suelen tener un porcentaje superior de fibras de
movimiento lento
Por
suerte, para nosotros escaladores medios hay una solución y es enseñar a las
fibras de movimiento lento a que actúen como las de movimiento rápido por medio
del uso de ciertos protocolos de entrenamiento.
Las
fibras musculares del mismo tipo están organizadas en unidades motoras. Las
unidades motoras de las fibras de movimiento lento contienen entre 10 y 180
fibras mientras que las de movimiento rápido contienen más de 800 fibras.
Cuando
se desencadena una contracción muscular, las unidades motoras son reclutadas
según va haciendo falta, empezando con las unidades motoras de velocidad lenta más
pequeñas.
Cuando
aumente la tensión muscular, se unirán más unidades motoras de movimiento lento
y si sigue aumentando todavía más empezarán a entrar en acción las unidades
motoras más grandes de movimiento rápido.
La
fuerza muscular máxima se lograría en último caso si todas las unidades motoras
(de movimiento rápido y lento) son llamadas a la acción.
Conocer
este proceso físico debería ayudarte a comprender por qué es importante
entrenar con una intensidad alta y un peso máximo si quieres reclutar y
fortalecer las fibras de movimiento rápido.
Ahora
que ya sabemos cómo actúan las fibras musculares en nuestro organismo, es
importante que conozcamos también cual es el papel del sistema neuronal en el
entrenamiento de fuerza.
Adaptación del sistema Neuronal
·
Aprendizaje Motor: al principio de trabajar en
un ejercicio nuevo, nuestra limitación principal será la falta de coordinación.
Después de las primeras semanas, debería producirse un avance rápido debido al
aprendizaje motor y a la mejora de la coordinación entre el musculo que realiza
la acción principal, el estabilizador y los músculos antagonistas.
·
Sincronización de la unidad
motora: una
vez hayamos adquirido la coordinación y las capacidades motoras necesarias para
desarrollar un ejercicio determinado, el inicio de nuestro entrenamiento
provocará que las unidades motoras participen de una forma aleatoria y
asincrónica. Sin embargo, el entrenamiento continuado fortalecerá la
sincronización motora y con el tiempo, la mayoría de las unidades motoras se
dispararan al unísono, lo que producirá más fuerza y potencia.
·
Desinhibición: esta adaptación es la más
importante sobre todo para los escaladores de nivel intermedio y avanzado que
quieran mejorar su fuerza y potencia máximas y dice que el entrenamiento
regular a una intensidad alta reduce la sensibilidad del órgano-tendón de Golgi
(desinhibición) y, por tanto, eleva el limite a un nuevo nivel de fuerza
máxima. El órgano-tendón de Golgi, localizado en la unión con el musculo, actúa
como un protector, limitando la producción de fuerza hasta una cantidad muy por
debajo de su potencial máximo absoluto.
Entrenar para obtener fuerza
El
ritmo de incremento de fuerza producido por el entrenamiento disminuye en
función de nuestro nivel actual de fuerza. Por tanto, al principio habrá un
aumento de fuerza incluso con un programa erróneamente concebido y ejecutado.
Sin embargo, los escaladores más fuertes y expertos experimentarán unas
adaptaciones más lentas; y posiblemente no se darán en absoluto si no se
utilizan los métodos de entrenamiento adecuados.
Esto
nos ayuda a entender por qué tantos escaladores de nivel medio y alto sienten
que no están adquiriendo más fuerza: para mejorar, se necesitaran técnicas de
entrenamiento avanzadas y la disciplina de aplicarlas de manera precisa durante
un largo periodo de tiempo.
En
cuanto al entrenamiento de fuerza máxima, está ampliamente aceptado por los
científicos del deporte que la estrategia más eficaz es hacer ejercicio con una
intensidad alta y cargas pesadas. Es decir, nuestros músculos han de ser
progresivamente cargados más allá del nivel al que estén acostumbrados.
Entrenamiento Complejo
El
entrenamiento complejo implica conectar un “ejercicio
de intensidad alta y velocidad lenta
con un ejercicio de intensidad y velocidad moderadas”. De este par, el
primer ejercicio se encarga de desarrollar la fuerza máxima, mientras que el
segundo se dedica a desarrollar la potencia. Los investigadores han mostrado
que llevar a cabo estos dos ejercicios tan diferentes uno junto al otro (y en
orden de primero la fuerza y segundo la potencia) produce mejoras en la fuerza
y la potencia superiores a las que se logran realizando cada ejercicio por
separado.
Aunque
no se han realizado estudios con escaladores, existe una investigación
convincente sobre el uso del entrenamiento complejo para incrementar el salto
de altura que muestra las excepcionales mejoras de la capacidad absoluta (Adam
y otros, 1992). En este estudio, el grupo que realizó el entrenamiento complejo
(fuerza y potencia) durante 6 semanas, experimentó un increíble aumento de 10.7
centímetros en su capacidad de salto comparado con el grupo que solo realizó el
entrenamiento de fuerza 3.3 centímetros en su capacidad de salto y el grupo que
solo realizó el entrenamiento de potencia 3.8 centímetros en su capacidad de
salto.
Para
que podamos comprender por qué conectar estos 2 ejercicios produce una sinergia
de la fuerza y la potencia, debemos examinar el modo singular en el que se
emplea el sistema neuromuscular. Este proceso de 2 pasos empieza con un
entrenamiento de fuerza de alta intensidad que incita al músculo ya excitado y
lo insta a funcionar a una velocidad mayor. De esta manera, el entrenamiento
complejo estimula las fibras musculares en conexión con el sistema nervioso, de
modo que las fibras de movimiento lento aprenden a comportarse como fibras de
movimiento rápido (Chu, 1996). Por consiguiente, el entrenamiento complejo se
podría ver como el ejercicio mágico para el escalador de nivel medio que ha
nacido con un porcentaje corriente de fibras de movimiento rápido
(aproximadamente el 50%)
Ejemplo de 2 ejercicios que conforman el entrenamiento complejo: el 1er ejercicio (bloqueos en una pared desplomada) lo clasificamos como fuerza o "intensidad alta y velocidad lenta" y el 2do ejercicio (campus) lo clasificamos como potencia o "intensidad y velocidad moderadas"
Conclusión: hacer grado alto ya no es
complicado ni una utopía como hace años, solo basta con dedicarnos a investigar
para comprender como funciona nuestro cuerpo y que ejercicios son más
específicos para nuestro deporte. Claro, la genética también tiene mucho que
ver aquí, pero alcanzar el grado medio-alto es cada vez más sencillo.
En estos
últimos años se ha descubierto que las largas y agotadoras sesiones en plafón solo
producen estancamientos y lesiones llegando en muchos casos a la fatiga crónica
Preferiblemente
un entrenamiento inteligente que explore nuestros fallos y que siendo eficaz
nos haga aumentar de grado sin tener que estar una eternidad en el plafón.
El
entrenamiento complejo es uno de esos grandes descubrimientos que puede ser
realizado por cualquier escalador que goce de un buen estado físico y que no
haya sufrido lesiones recientemente, solo basta con ajustar el tipo de
ejercicio al grado de cada cual y listo. Esto junto a un correcto plan de entrenamiento
y una buena alimentación nos servirá para complementar nuestra fuerza en
escalada
Fuente: Entrenamiento para
escalada - Eric J. Hörst
No hay comentarios:
Publicar un comentario